Lo primero que tenemos que hacer es echar agua en un plato hondo, lo suficiente para que cubra el fondo. A continuación, espolvoreamos un poco de pimienta por toda la superficie.
Para conseguir que la pimienta "huya" rápidamente, lo único que tenemos que hacer es echarnos una gotita de jabón líquido en un dedo e introducirlo justo en el centro del plato. Como podremos comprobar, la pimienta se precipita hacia los extremos del plato, escapando del temeroso jabón líquido.
Explicación:
Por un lado, la pimienta flota sobre el agua porque, aunque nuestro ojo no lo vea, sobre ella hay una especie de capa invisible que la sujeta, lo que se conoce como la tensión superficial del agua.
Por otro lado, lo que hacemos al echar el jabón líquido es romper esta tensión superficial en el centro y así la pimienta "huye" hacia los lados, donde el jabón aún no ha llegado.
Para una clase mas divertida donde el docente busca la manera que el estudiante reflexione, analice actividades de su entorno y en algún momentos de su vida cotidiana.
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